se apilan en mi alcoba como medallas de guerra,
y levitan como hojas de otoño al contacto,
no me he convertido en un sabio y
de erudito solo se deletrear la palabra,
comprendo lo inútil que es saberlo todo,
pero me aventaja la corta edad.
Tampoco me he vuelto mas selectivo,
al contrario, me diversifico,
conozco al ebrio con tinta
hasta al maestre de tres en tres.
Atizo el tiempo libre de un amor idóneo
en el momento equivocado.
Por ello me fundo en libros, entre otras cosas,
deseo que al termino de mi obra,
de esta tercera parte,
surja un final rotundamente memorable.
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