Parlamento, parla mente.

La poesía ya no estaba dispuesta a curarlo, le abandono en una tarde de otoño:

Intente salvar a la misantropía en
las entrañas de la poesía...

—Refúgiate en la literatura, en el porvenir, brinda elocuencia de quien sabe madurar y echar raíces, pero no me busques cuando el gélido invierno azote ventanales y vuelvas implorando redención de amante —y dicho esto se marcho pues el tiempo de ambos ya había expirado.

Esta bien, yo entiendo,

 la poesía no puede salvarme de ahora en mas, pese a ello me sostiene una fe viva con temple y virtud, no temo, no me resigno, no estoy solo.

Breve biografia de un poeta.

Nunca tuvo talento,
de los que no convencen...
la tinta le odiaba,
¡Seguro eso era!

Él sabia, lo constato,
¿Que mas le quedaba?
Era aun muy joven
podía hacer lo que quisiera,
pero no cedió.

Quizás hizo un pacto,
de los que no se hacen
pues de súbito
obtuvo habilidad
redactando enhorabuena.

¿Que cosa lo explicaba?

—Ella — decía él — cambio todo.

I k a r o s

Sí, mis alas fueron cortadas,
en un arrebato de realidad
por el tiempo impetuoso,
maquinalmente absorbido,
el mismo tiempo
que advirtió en tantas ocasiones
las verdades pendientes
que me aguardaban, o los elementos
que tejerían mi ruedo.

Por supuesto que la caída fracturo
tantas porciones de mi ser
o al menos permitiendo
alojar las dudas,
evento del cual nunca pude restablecer
las condiciones idóneas.

Siendo la nostalgia un grillete a contra luz,
me han restado tres cosas:
juventud, escepticismo
y la estimada hipocresía
encima llamada esperanza.

Hojas en blanco y ocre.

He terminado la lectura de otro libro,uno a uno,

se apilan en mi alcoba como medallas de guerra,

y levitan como hojas de otoño al contacto,

no me he convertido en un sabio y 

de erudito solo se deletrear la palabra,

comprendo lo inútil que es saberlo todo, 

pero me aventaja la corta edad.

Tampoco me he vuelto mas selectivo,

 al contrario, me diversifico,

conozco al ebrio con tinta 

hasta al maestre de tres en tres.

Atizo el tiempo libre de un amor idóneo

 en el momento equivocado.

Por ello me fundo en libros, entre otras cosas, 

deseo que al termino de mi obra,

de esta tercera parte, 

surja un final rotundamente memorable.

Relato corto. Re-lato.

Para cuando leas esto yo estaré a unas centenas de kilómetros, digno, con días que ya no lo son, no hay tristeza, ni llanto o desahucio, pero hay sombras en el medio día y destellos a la media noche, ¿Yo? Hago todo a medias debido a que la zona que llenas, amada media luna, salpica ecos en la laguna del tiempo.
No deseo aguardar porque la lluvia abunda sin hacerle danza. En la distancia hay bruma, musgo y espina, pese a ello estará mi silueta gritando a palmas, pronunciando incansablemente tu nombre a manera de guía, como faro en pleno día, como luciérnaga en un frasco.

Entrelineas.

"Se aproximo de extremo a extremo del sofá,dicho lo anterior no me contuve, la bese,
sorprendentemente ella acepto mis labios.Dejamos las copas en el suelo y en la mesa de centro respectivamente. Me retracte de una sola cosa: No poder recordar con mayor precisión cada detalle, cada porción de cariño."

La somma sapienza e 'l primo amore.

Querida mía, mi amada,
cesa tus inquietudes
y atañe a mi encuentro,
ambos somos lo bastantes
fortuitos para lidiar a la deriva,
estamos juntos en la misma plaza,
sin embargo el sitio distancia,
pero se impone la esperanza,
toma mi juventud para que la moldes
con lo áspero de las decisiones,
yo, por mi parte, aguardare a la mas bella
y única de las creaciones que he podido saber;
en aquella donde me se eslabón propio de embonar,
así el universo conspire, sé, que hallaremos
como siempre lo hemos hecho,
un medio para encontrarnos
en el sitio que no lleva nombre pero si historia.

mio amore

Hoy no escribo para ti,

sino para mi,

como refugio ante la ardua jornada

que haces mas ligera.

Me abate el por venir

y la desdicha de perderte,

añade aquellos remedios de amante

para menguar la duda que retuerce la semblanza,

brindame paz en la meca de tu hombro.

Llévame como sortija y acuña una idea de ambos.

Vento.

Si no me sostiene la mirada,

no me sostiene ni el viento,

no me ansia razón alguna,

de apagar ningún incendio.

Tallado.

Casi podía escribir de cualquier cosa,

si cualquier cosa me ocasionara

un interés, el mas remoto,

a una porción semejante

que el generado por una mujer.

Il nome del tempo.

Te he bañado en mil plegarias,

rogando por tu bienestar,

que tu bien lo sea verdaderamente,

espero de buena fe que las cosas ocurran.

Espero sinceramente

que el destino elegido

valga mas que el viaje,

porque mi espera me vale los días,

no pronunciare las palabras prohibidas

y que difícilmente serán emitidas,

ni invoco sentimientos para querer

o centinelas para observar

a decir verdad;

Ruego por nosotros, ahora y en la hora de nuestro encuentro.

Amén.

Cuando te quedes.

Cuando te quedes;

Cuando permanezcas tumbada
e inquebrantable en el lecho
y de escucha en mi pecho,
en el nicho de mi querer
y travesuras encrespadas,
solo ahí, te sabrás libre
a la par de poseída.

En que amanezca en tu sonrisa
y anochezca entre cortinas,
alimentes mi alma
algo mas que nutridas caricias...
Solo entonces conocerás
de lo que te pierdes...
Cuando te quedes.

Galope.

   Palabras vacías que salen a galope

y borbotan, pero no hacen ruido,

al embestir un muro inamovible,

ese muro que nunca cede,

he sido tanto ese muro recientemente,

me preocupa lo insensible 

que me he turnado o lo huecas

que se han hecho las personas que trato.

Desearía no llevar encima

todo el peso de vidas

ya expiradas.

El peregrino es devoto, pero no eterno.

Resignación a tenerte y
ser inquilino en tu silueta de venus.
Me he resignado a verte
mas allá de lo que veo a distancia,
sin sentir el aire con tu fragancia
o la comisura de tus labios.

No me basta poseer lo que aparenta,
me vale mas tener todo aquello
que no ha obtenido nadie y ni podrá.

Ya no he de verte como
un objeto de perfección o deseo,
he de bajarte del pedestal donde yacías
y yo aguardaba ferviente
tus miseras muestras de aprobación.
El peregrino es devoto, pero no eterno.

Cántica.

Como sirena; solo a esa semejanza pudiera relacionarla.

Absorta y contra corriente.

Los castaños oro roble montesinos,
la desenvoltura nata
y la cántica melodía que llama voz.
Piel tersa, jade y perla rivalizan brillo,
mas no belleza. Ursa mayor.
Dispensa en la nada de profundidad,
nada en la marea y contra corriente,
nada podría borrarla de mi vida.

No, Caronte.

Que hay de sublime en aguardar
lo inesperado, lo inescrutable,
¿Acaso la recompensa supera
lo transcurrido?
El fin no justifica los medios.
Absolutamente no,
ya hay tantas historias
en lo áspero de los siglos,
aquellos que se valieron de la espera
y esta les entrego a Caronte lentamente.
No, yo no me fió de resignarme
o a la dependencia o siquiera
a la promesa de lo subsiguiente,
hay lo que se ve y lo que se tiene.
No aguardes.

Sesto elemento.

Era de una naturaleza pura,
tanto, que me atreveré a decir que ella invento
un nuevo elemento.

Ella era una mujer excepcional,
se le notaba al verla andar,
la calidez de sus palabras
y la elocuencia de ellas.

Supe de inmediato que ella
no se anclaba a desdichas,
dudo volver a conocer
tal magnitud de mujer,
una cuyos abrazos reconforten
y lo curen todo, incluso los males
que comprimen el alma
y se alojan entre pensamientos.

Temo por ella;
en este mundo retorcido y extenso,
pero mas allá de temer
me recuerda que aun hay esperanza,
que existe la belleza
y hay privilegio en descubrirla.

Supernova.

No se que le encuentro de atractivo

a aquellas mujeres en plena fase

metamórfica, como una supernova,

en que solo han de estar a punto de bullir

hasta fragmentarse, y solo así me gustan,

para juntar los pedazos con la ilusa

creencia de que les hago un favor

o pudiera moldearlas como desearía que fueran.

Caos, solo así me saben la mujeres,  cuando son discordia misma.

Mademoiselle, excuse moi.

Me avergüenzo de mi actitud aprovechada
y mis acciones lastimeras,
mi intención en un principio desinteresada
y generosa se disperso frente al paisaje
de un perfume suave y piel claro de luna.

Lamento tanto no ser quien ves a través de tus ojos,

lamentando aun mas a mi persona, 

que pareciera  a la deriva de un cuerpo 

fantasmagórico y sueños encallados.

Pido y otorgo perdón.

He escogido muchas opciones mundanas,
la codicia de la nada en realidad.

Por ello me excuso en todos
los sentidos,
de mi empobrecida moral.

Abdica.

No puedes ver las estrellas

en un cielo nebuloso, querida.

La luna nunca ha abogado 

por asuntos mortales.

Así que te sugiero abandones

toda razón de rendirle culto a ella,

entre otras cosas

La femme.

Escribir poesía no me hace absolutamente ningún bien,
todo lo contrario, me consume
buscándole sentido
a lo que no tiene.
Al menos cuando es buena poesía,
por todo lo que ello implica,
Pero curiosamente tengo la sensación de que me hace mejor persona.

El mundo desquicia.

No requería un trabajo para sobrevivir,

ni títulos o fortuna.

No deseaba estar o hacer

lo que no le correspondía

y se le había marcado por gente ajena.

Aun resplandecía

juventud en sus mejillas 

y optimismo en su cabeza.

Se perdono el jubilo de libertad

sumamente atizado

en el porvenir diario.

Se sabía;

fuera de necesidades ficticias,

mantenía la pureza de la ingenuidad,

se sabia, pero no ignoraba.

Conocía;

en certeza, que le apasionaba,

no buscaba nada mayor a sabiduría

equivoquista, fractálica, imperecedera.

No vacilaría, en su futuro

aunque lo desconociera.

Ordeno sus ideas arraigando

en la cúspide su impera

necedad a correr, a viajar y así mismo,

desprenderse de todo aquello que lo anclaba a su miseria,

dejaría ir y habitarse por vacíos liberadores

de la plenitud original.

Ayuno.

La justicia es solo la limitación de los apetitos en pugna.

Hambre, he tenido hambre,
lo que el apetito no surte o suprime,
no voy a gastarme en paradojas
tampoco pesadas analogías,
solo diré que me desquicia un hambre
con todos sus síntomas,
es una angustia que no cesa
y mi nutrición lo reitera;
tengo hambre
y temo por las acciones
a las cuales me orille
para saciarla.

Per aspera ad astra.

Corrió, corrió hasta la incandescencia,

recorrió tanto como sus pies se fundieron,

hasta perder los sentidos,

se desensibilizó de este entorno

solo para alterar el terreno 

desprendiéndose de su alma a cada paso,

cada zancada lo elevaba al cielo alejándole del dolor, lo terrenal.

Solo percibía vibraciones que emanaban de el, 

sus copiosos latidos, el retumbo de sus pisadas

y la madre tierra recibiéndole

a brazos abiertos con una sonrisa satisfecha,

su tiempo había llegado,

estaba escrito en su piel desde el nacimiento.

Llego al borde del mundo conocido al que falta por conocer,

tomo una amplia bocada de aire ante su ultimo desafió,

arremetió contra el viento hasta que sus piernas esbozaron un haz de luz.

Fue todo, el ya se había ganado sus alas y aun mas importante, había hallado paz.

Por el sendero áspero de las dificultades, hacia las estrellas.

Los días son largos, pero no eternos.

Un bello recuerdo que taladraba la delgada linea
entre cariño y paroxismo

Ambos se percataron de aquello

que uno de ellos pensaba a diario

y no quiso afrontar, resguardándose,

concienciaron que el tiempo juntos había expirado,

ya no habría mas que charlar,

todo lo que se dijo se hubo dicho 

y una nostalgia imperceptible denso el aire,

ambos sonrieron para no volverse a ver,

hubiera podido compararse 

a ser una muerte digna

por encima de una larga vida anodina, 

una pequeña muerte anunciada.

Diferencia entre necesitar y querer.

No diré que necesito una mujer,

sencillamente quiero su compañía,

sentir la dicha de su delicadeza,

que formase parte de un todo,

compartirla a si misma

porque no quiero poseerla

o entregarle mi vida,

por supuesto que no,

uno jamas podrá

embotellar un alba

o frenar la primavera,

me resulta lo mismo

 afianzar una mujer.

Eu penso que.

Se dice que los artistas,

 actores y escritores

se deben a su publico,

yo personalmente no le debo a nadie,

si he sido leído, me alegro,y si no,

me parece bien puesto que mis letras las he forjado

a mis adentros, a imagen y semejanza

de mis contiendas diarias, 

decir lo que no se puede pronunciar y 

que sean estas mismas palabras las que sientan, 

un lazo curioso considerando el camino solitario del escritor.

Cuando la ley no puede hacer nada por uno, entonces uno puede forjar una propia.

Y en ocasiones conseguí
lo que jamas busqué,
entre promesas rotas,
juegos de palabras
y cómodos silencios

Soy un monumento
a las falsas pretensiones
y necesidades ficticias.

La advertencia de la vida fortuita
no lleva apellido,
lo afirmo yo,
una sencilla existencia
que no espera o le esperan.

Madurar es saber donde 
termina el arcoirís.

Tristeza.

Eso halle en aquellos ojos 

bañados en almendras

y trigo reposado,

exigiendo a gritos ser valorados,

viendo los días gotear 

la vida que pudo formar

en arrepentimiento e ingenuidad,

lo sé porque tiene un parpadeo arritmico,

no se ilumina la juventud que aun posee,

la sonrisa fingida siendo mera mímica,

siendo sus labios un gesto mecánico,

sin devoción a la alegría,

pareciera, yo diría,

que están en espera,

ni yo ni ella sabe que aguarda,

pero insiste en hacerlo.

Pareciera haberlo escuchado todo,

cosas hermosas que no volverán,

yo únicamente aguardo a se resuelva

a sonreír en su marfilada talla

y no niegue al mundo, o ami, ese privilegio.

Te diré porque me sé escritor.

Llevo conmigo la responsabilidad de mis palabras,

afirmando lo que otros dicen

solo para sus adentros,

no me veo en glorias 

o perpetuos halagos,

solo busco la verdad

áspera e intrínseca,

razonar y hacer razonar

a quien me lea

con ideas palpables,

deseo sino generar sapiencia

y desechar entretener con mezquinas

praderas de oporto y rimbombancia.

Es todo. Quedo pues bajo advertida hazaña a conciencia del lector.

Elocuencia discontinua.

Y el poeta queda translucido

en la mórbida semblanza

de un cuerpo que no duerme

y el alma que no descansa.

Han mirado tanto al cielo

en busca de respuestas

con la pregunta equivocada.

Las palabras son para todos,

pero solo un puñado

ha reunido las exactas,

por lo tanto si vislumbras

alguna vez un poeta,

haz una reverencia

seguido de un minuto

de silencio, de respeto,

pues miras a un muerto

que vive y respira fantasía.

Ursa major.

Poco mas de doce meses

sin reconocerles,

sin embargo, probé en ellos

un tibio dulzor;

como un vino añejo

reposado en el licor 

de los míos.

He subestimado 

el poder de la sorpresa,

he tenido una catarsis,

como una centella

resuelta a propagarse.

Serás musa de por vida,

en mi vida,

hasta que mueras

o hasta que muera en mi.

Si ha de pasar otro año

por un contado instante

en que nuestros 

astros colisionen,

sea bienvenido uno

o mil eónes.

Ma vraie gloíre.

Voy a fundirme;

en la escalinata del libertinaje,

bordeare cercas 

y romperé cerrojos,

voy a inducirme a los vicios

y al ascetismo,

tocare fondo

solo para descubrir 

que yacía en la cúspide,

cubierto con ingenuidad virtuosa 

e inteligencia lasciva,

como un hereje con fe ciega 

a modo de plegarias,

seré un hombre de doble moral

con hipocresía sincera,

sencillamente; Seré humano.

Liturgia poética.

He comprobado al poeta original;

el que ha vivido sus versos

con el furor del amor o desamor,

con la furia del escritor

y la templanza otoñal.

Los mejores poemas

no han sido por la mano

del estudioso o siquiera

 por un hombre de letras.

Los poemas con verdadera

poesía son y serán 

por hombres y mujeres

al borde de la locura,

tan cerca de la lucidez,

con un deceso nombrado

según su romance.

Fatiga, ¿Lo sabes? (Carta)

Fechado en Enero del mismo año, que tuvo lugar después de febrero.

Para: Alguien que quiera perder.

De: Alguien que quiso encontrar.

Es cansado revivir a los muertos,
entre los párrafos
de una nueva imprenta
en un espíritu anciano.

Entre la corteza y la tintura,
bastan las aristas de los
ingenuos y consumidos,
de los difuntos y libertinos.

Las gamas te desgarran,
desfibran la corteza
la que llevas por coraza
tonalidades que bifurcan.

Me lleva tiempo
y me lo quita;
seguir a aquellos
a quienes nadie siguió
hasta el girar del altiplano.

P.D. Mi axioma, nihilista en sí, anarquista incluso, se abrevia al son y sol;

Fatiga emprender y retomar un libro entre las vibraciones de tantos personajes ya que

"Vivir tantas vidas implica morir respectivamente."

En ocasiones tengo lucidez.

Ah, meu coração...

Regularmente echo de menos

una charla en ocaso,

el café con la merienda,

un perfume suave.

 A veces, solo aveces,

me hace falta un roce 

a media luz

a media noche.

Y en medida necesito
tan poco, pero tan poco,
que lo poco que necesito
lo necesito tan poco.

A decir verdad,
no dispenso nada
de lo indispensable
que he dispuesto.

¿Alguna vez te he hablado acerca de mis miedos?

Por supuesto esta la resignación
en ese tan citado "suicidio diario",
sin embargo da tal sitio
a material de escritura,
quizás con martirizadores
pero tangibles.

Ahora, la soledad o el desamor
en lo mas mínimo.
Son mas usuales
y llevaderas que agua de pozo,
ahora te diré mi mayor temor;

El fuego,
la incineración de mis escritos en un frenesí
auto-destructivo por mi existencia,
un arrebato de bajos instintos,
la confrontación con la evolución,
que las partículas de mis letras se suspendan
mientras lagrimas surquen las mejillas.

Marcar mi porvenir de lo que pudiera ser mi único legado,
ese, cariño mio, nada exagerado,
es mi mayor temor.

Media luz a media voz.

No sé si sea feliz,

a decir verdad;

tampoco busco la felicidad,

quizás busco el estado medio

en que la vida es llevadera,

sin lamentos o soberbia,

equilibrio entre las pasiones y los vicios.

Ícaro no busco la media equilibrada, por ello pereció.

Sin Providencia.

Tu lo consumiste,
desde los cimientos
hasta el estandarte,
a fuego lento
a brasas y a besos.

Ya que ahora a falta de mi propiedad
no comercio recuerdos
o cosecho nuevos,
no hay demanda.

Agregando lo fulminante
del ocaso u el alba,
me dan lo mismo

Y ahora en lo apacible de mis cenizas,
te exijo que ahora que todo lo sabes, cariño mio,
enmiendes mis "desastres naturales".

Santa Lucia.

Ella mantenía su cortina,
retrayéndose,
guardándose así misma,
nunca emitió sonrisa alguna.

La cortina de sus ojos;

las ventanas del alma, 

las entretejió, como secretos, 

una muralla de aseveraciones y diálogos a solas.

Ladrillo a ladrillo de sueños rotos y ríos de angustia,
infranqueables y perecederos,
en la estela de su amnistía...
La estructura paso a colapsarse.

Me pregunto si hizo bien  o hizo mal, o no hizo.

Es casi irónico.

Como saber una muerte anunciada
a la cual se enfila.
Saber que jamas podremos salir ilesos
o hacer lo que nos plazca
o ver el mundo someterse.
Lo que quiero decir es;
que hay cosas imposibles como frenar la primavera
o vaciar los mares,
incluso la absurda idea de tener nosotros
un amor correspondido,
irrealizable.

La fé del escritor.

La suerte del escritor dictara su propio epitafio.

Aquella fuerza imparable

que choca con la masa inamovible

de los sórdidos,

de los solitarios

de los escépticos.

No lo sabes,

jamas puedes saberlo,

si tus palabras hallan refugio ,

solo ocurre,

en constantes

como un amanecer,

como envejecer,

así pues queda bendecirlo.

Solo te vuelves creyente

que harás eco,

que alguien alzara la mano,

hablara de ti con ahincó

o te veras crucificado, en vano

y te tomara por demente.

Te daré un consejo, Solo uno.

A veces, es mejor dejar de frecuentar personas,
rechazar oportunidades
y alejarse de todos esos dramas.

Buscar una pareja
que roce lo extravagante,
que sea alucinante,
de preferencia alguien,
tan dañada emocionalmente
como ya lo eres
porque ahí, entonces,
en la mutua incomprensión
reside la simplicidad de lo compleja.





A veces, tienes que remover la armadura,
los viejos sueños (renovarlos) y
las aspiraciones (que son de otros)
y  lo que se espera de ti,
y afrontar tu realidad
y solo vivir tu vida.

"No soy cínico,
 únicamente he adquirido experiencia que,
sin embargo, viene a ser lo mismo."

A veces es mejor.

Permitir que el mundo gire,
que la amante sea la cama
y no salir de la alcoba
viendo las manecillas,

Vive y deja vivir.

dejar que el mundo arda,
se consuma.

A veces, es oportuno que el pasado
nos embista ,con dicha,
antiguas glorias
y ponga sobre la mesa
la patética monotonía
o el angustiante por venir,
de una sobre-existencia.

A veces,  es mejor decir Sí;
a la anarquía,
al pesimismo,
a tocar fondo,
a la traición y al perdón,
al amor propio u ajeno.

A veces, pocas veces, es mejor no decir nada y dejarlo todo.