En el mundo de las letras, hagamos palabras...

En el mundo de las letras, hagamos palabras...
Se agradece a todas esas Musas que ayudaron en su realización.

jueves, 11 de diciembre de 2014

Parlamento, parla mente.

La poesía ya no estaba dispuesta a curarlo, le abandono en una tarde de otoño:

Intente salvar a la misantropía en
las entrañas de la poesía...
—Refúgiate en la literatura, en el porvenir, brinda elocuencia de quien sabe madurar y echar raíces, pero no me busques cuando el gélido invierno azote ventanales y vuelvas implorando redención de amante —y dicho esto se marcho pues el tiempo de ambos ya había expirado.

Esta bien, yo entiendo,
 la poesía no puede salvarme de ahora en mas, pese a ello me sostiene una fe viva con temple y virtud, no temo, no me resigno, no estoy solo.


Breve biografia de un poeta.

Nunca tuvo talento,
de los que no convencen...
la tinta le odiaba,
¡Seguro eso era!

Él sabia, lo constato,
¿Que mas le quedaba?
Era aun muy joven
podía hacer lo que quisiera,
pero no cedió.

Quizás hizo un pacto,
de los que no se hacen
pues de súbito
obtuvo habilidad
redactando enhorabuena.

¿Que cosa lo explicaba?

—Ella — decía él — cambio todo.


I k a r o s

Sí, mis alas fueron cortadas,
en un arrebato de realidad
por el tiempo impetuoso,
maquinalmente absorbido,
el mismo tiempo
que advirtió en tantas ocasiones
las verdades pendientes
que me aguardaban, o los elementos
que tejerían mi ruedo.

Por supuesto que la caída fracturo
tantas porciones de mi ser
o al menos permitiendo
alojar las dudas,
evento del cual nunca pude restablecer
las condiciones idóneas.

Siendo la nostalgia un grillete a contra luz,
me han restado tres cosas:
juventud, escepticismo
y la estimada hipocresía
encima llamada esperanza.