Que arda el cielo y caigan ángeles en llamas,
que las llamas de los suelos se congelen,
se pierda la poca conciencia y la fe se cuestione,
mis plegarias solo se dirigen
a la sonrisa que todo lo prevé, todo lo provee.
Ella era Poesía, ese curioso objeto marcado con iniciales ajenas... Y solo las Musas pueden consolarnos de la perdida de todas aquellas cosas a las que asignamos algún valor.
Ruega por nosotros. |
Aguarda. |