Que hay de sublime en aguardar
lo inesperado, lo inescrutable,
¿Acaso la recompensa supera
lo transcurrido?
El fin no justifica los medios.
Absolutamente no,
ya hay tantas historias
en lo áspero de los siglos,
aquellos que se valieron de la espera
y esta les entrego a Caronte lentamente.
No, yo no me fió de resignarme
o a la dependencia o siquiera
a la promesa de lo subsiguiente,
hay lo que se ve y lo que se tiene.
No aguardes.
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