Corrió, corrió hasta la incandescencia,
recorrió tanto como sus pies se fundieron,
hasta perder los sentidos,
se desensibilizó de este entorno
solo para alterar el terreno
desprendiéndose de su alma a cada paso,
cada zancada lo elevaba al cielo alejándole del dolor, lo terrenal.
Solo percibía vibraciones que emanaban de el,
sus copiosos latidos, el retumbo de sus pisadas
y la madre tierra recibiéndole
a brazos abiertos con una sonrisa satisfecha,
su tiempo había llegado,
estaba escrito en su piel desde el nacimiento.
Llego al borde del mundo conocido al que falta por conocer,
tomo una amplia bocada de aire ante su ultimo desafió,
arremetió contra el viento hasta que sus piernas esbozaron un haz de luz.
Fue todo, el ya se había ganado sus alas y aun mas importante, había hallado paz.
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| Por el sendero áspero de las dificultades, hacia las estrellas. |
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